jueves, 6 de diciembre de 2007

DISTANCIA - DOS





Cada uno tiene la edad de su corazón.
Alfred d' Houdetot (1799-1869)
Escritor francés.

Uno está enamorado cuando se da cuenta
de que otra persona es única.
Jorge Luis Borges (1899-1986)
Escritor argentino




Aprendí a temprana edad que el amor es un evento que en el mejor de los casos requiere de la concurrencia de por lo menos un par de individuos; uno no es ninguno y más de dos ya es un carnaval, pareciera ser una de esas frases típicas del Abuelo, pero esta vez no, sólo es un acomodo de palabras para justificar mi falta de ideas claras al respecto.

Me enamoro dos o tres veces al día, en sintonía con esas secuencias cotidianas que nos alimentan en cuerpo y alma, de esas rutinas que nos limpian y a veces, sólo a veces, nos renuevan.

Ante ese sentimiento he guardado distancia, el amor y yo somos in-creíbles, yo no creo en el amor, porque él nunca ha creído en mi, ¡vaya frase! De ardilla diría un buen amigo azulcrema, uno de esos que hoy por hoy, anhelan estar en la liguilla del fútbol mexicano.

- Gracias por todo, le dije con una retórica francamente imperfecta.
- Mañana paso a la casa por mis cosas; me respondió con un tono exacto, tranquilo, para mi sorpresa, muy, pero muy incólume.
- ¿Así, nada más? Pregunté sorprendido
- Si, así, nada más…

Decir adiós es la forma más segura y exacta de quedarse.

- Perdón, creo que exageré, no quiero que nos separemos, le expresé más tarde, bajando la guardia, cerrando los ojos.
- Yo tampoco. Si termináramos así, sería como si de verdad no existiera nada entre nosotros. Las mujeres maduran más rápido, dicen las que saben.

Y entonces llegaron las promesas, los empeños, las frases habituales, la secuencia de artilugios del amor. Y entonces ambos usamos los para siempre como trampolín, como escalera. Validamos los mientras tanto como paliativos, como pretextos.

Las distancias no son las de los años, los ceros a la izquierda, o los kilómetros. Las distancias que separan son las de los sueños, las ideas; esas apartan y delimitan las visiones en teoría compartidas.

Juntos, cada vez más juntos pero en direcciones distintas. En sentidos paralelos, secuenciados, en caminos de carriles bien marcados.

Tal vez ese es el mejor juego de las parejas, aprender a vivir y convivir, atendiendo siempre las sanas distancias.

Buen inicio de semana

JNMH

2 comentarios:

sakurali dijo...

Tal vez, sólo tal vez, no necesitamos más respuestas, quizás solo necesitamos enterderlo y asimilarlo.
Definir nuestro sentir, encontrar lo que perdimos, quizás sólo erramos el camino y al intentar proseguir se convierte cada vez más y más, en algo sombrío, porsupuesto que tú eres esa luz en mi camino. TQM

Sofa dijo...

Comparto lo que alguna vez el abuelo dijo Y amigo mío de cierto te digo que la edad nada determina pero mucho enseña. Debo reconocer que tus ideas envuelven al pensador, pero debes tener mucho cuidado con quien por ellas lleguen a ti, por eso mismo te digo: No confíes en la belleza fresca y joven, ni en la aparente ingenuidad que pudiere haber en la pareja, porque de ella pudieres encontrar la más pura de las traiciones, sé por qué lo digo. Pero explicame tú ¿¿¿¿Quién es más loco, el que piensa o el que mira la luna???? sólo confía en ti.