domingo, 27 de mayo de 2007
MI CARETA
¡Qué irreal!
La sonrisa del payaso
Tan ideal como mi vida en el ocaso
Tan tremendo el llanto de quien sonríe
Esconde amor, ese que sufre, comparte y vive
El payaso derrite dolor
Cubre otro frío con su calor
Ama la luna sintiéndose el sol
Llora la vida llamando al dolor
Este payaso, es el tirano
De su propio espacio y de sus manos
Sus miradas cayéndose a un lado
Su apariencia feliz…
¡Qué buen escondite del llanto!
Tan frágil es su careta
Transparente su mirada inquieta
Tan simple cual historieta
Es él, un héroe de otro planeta
Salva al amor luchando en su contra
Danza alrededor al compás de otra estrofa
Y él grita que ríe, que ama y que llora
Pero nadie le cree
¡Pobre payaso de sonrisas rotas!
COBARDE
Es cierto…
Fallé y lo acepto
Prometí llegar y cambiar tu vida
Prometí recuperar la fe perdida
Y ser otro, y serlo a tu modo
Y serlo en tus brazos, y dártelo todo
Culminar nuestros sueños
Y dibujarlos eternos,
Vencer la fatal distancia del tiempo
Llegar para nunca irme
Crear con tu amor un cielo posible
Conocer otro mundo a tu lado
Poner mi única luna en tus manos
Recibir tu oferta infinita
Enmendar el error que alejo nuestras vidas
Prometí…
Pero nunca llegué
Y los sueños tendrán que esperar
Seguirás con él, fingiéndolo amar
Seguiré sin ti, queriendo olvidar
Qué otra vez dejándolo todo
Qué otra vez fingiéndome loco
Por cobarde…
Negué mi verdad
PRINCESA
Me enamoré de su fragilidad
De su invisible fortaleza
De su sonrisa que viene y que va
De esta historia que al morir empieza
Me enamoré, esa es la verdad
Este amor es residuo de instantes
Pero ella teme volver a amar
Ha jurado no lastimarse
Pero no puedo irme sin intentarlo
Bien vale la pena aplazar el viaje
A viajar solo me he acostumbrado
Llevando recuerdos como equipaje
Su mirada me acompañará
Por más intentos por alejarme
Su vida no es mía, ni lo será
Mi vida es suya y ella lo sabe
Estoy tranquilo me voy en paz
La amo tanto como nunca antes
Mi corazón la recordará
Como el más bello de mis instantes
Y si ella descubre en la inmensidad
Que mi oferta era sincera
Cerca de la luna me puede encontrar
Como la más fiel de sus estrellas
Solo quisiera su felicidad
Ella será por siempre mi princesa
Me llevo su esencia por la eternidad
Mi corazón…
Mi alma y mi verdad...
Con ella...
Con ella se quedan
domingo, 20 de mayo de 2007
MI AMIGO EL POETA
Mi amigo el poeta dejo de escribir
Se acabaron las letras
Se acabo el que decir
Se acabaron cuando él dejo de sentir:
Frases hechas, líneas cortas
Vidas ajenas y muertes propias
Dejo de lado la sin razón
Dejo guardado el corazón
Postro cansado su gesto adusto
Bajo los brazos ante el absurdo
Cerró los ojos ante el paisaje
Enclaustro al nómada sin su equipaje
Es un poeta de ojos cerrados
Amorfo amante de los pecados
Distante eterno de su ausencia viva
Prefiere ahora una fácil salida
Se me olvidaba que el tal poeta
Arrojo sus libros a otro planeta
Podría estar vivo dicen en la tierra
Pero no lo creo...
El es un fantasma...
Esa es, su única esencia.
LA SOLEDAD DE LA LUNA
Esta noche la luna,
Decidió quedarse sola
Para admirar esta ciudad
Que a veces ríe, y a veces llora
Y es que nuestra soledad
A veces de ella, a veces mía
Merece un tiempo hacia atrás
Para darle paso a la melancolía
Porque solos vamos juntos
Ella y yo… a veces el mundo
Inhalando el mismo smog
El que otros dan, en amor convertido en humo
No hacen falta otras palabras
Todo decimos en silencio
Ella y yo, sin más comparsas
Sin más veneno que el mismo tiempo
Descansamos en la eternidad
Nuestra única promesa
La luna y yo...
Y ¿qué más da?
Una soledad...
Qué no interesa...
Decidió quedarse sola
Para admirar esta ciudad
Que a veces ríe, y a veces llora
Y es que nuestra soledad
A veces de ella, a veces mía
Merece un tiempo hacia atrás
Para darle paso a la melancolía
Porque solos vamos juntos
Ella y yo… a veces el mundo
Inhalando el mismo smog
El que otros dan, en amor convertido en humo
No hacen falta otras palabras
Todo decimos en silencio
Ella y yo, sin más comparsas
Sin más veneno que el mismo tiempo
Descansamos en la eternidad
Nuestra única promesa
La luna y yo...
Y ¿qué más da?
Una soledad...
Qué no interesa...
POR FIN
Me di cuenta de lo que soy
Y que casi había olvidado
Y que lo soy aún sin tu amor
Que no hace falta ir a tu lado
Me di cuenta que no fui yo
El cruel villano de este cuento
Que sin ganar no se perdió
Que no fue un fracaso... fue un intento
Me di cuenta que no haces falta
Que eres parte de la historia
Que es muy fácil dar la espalda
A mi enésima ilusión rota
Me di cuenta y me gustó
Saberme libre de ataduras
Que te mostraba lo que no soy
Que me eclipsaba tu falsa luna
Me di cuenta que tu verdad
La ocultas tras bellas caretas
Que la mentira es lo más real
Que no abunda vanidad honesta
Me di cuenta al amanecer
Cuando otro sol te saludaba
Que para él muy fácil fue
Por que este brillo quizá opacaba
Me di cuenta y ahora lo acepto
Que vas con él por voluntad propia
Yo le doy respiro a mi proyecto
Me voy en paz y ¿qué más da?
Otro amor que nació muerto
jueves, 17 de mayo de 2007
PARADOJA No. 9
Mi soledad…
Es un evento compartido
Es veneno fugaz
Es hartazgo de sí mismo
Mi soledad…
Es locura en el exilio
Es mi única verdad
Es el mejor de mis castigos
Mi soledad…
Es un refugio transparente
Sin careta, sin disfraz
Sin sonrisas aparentes
Mi soledad…
Es un destino cotidiano
En la más fina oscuridad
Es el brillo necesario
Mi soledad…
Es el ruido silencioso
Es mentira y es real
Es de nadie y es de todos
Mi soledad…
Es un viaje con retorno
Es un escape a la ansiedad
Es dolor como tesoro
Mi soledad…
Es un rincón escondido
Que en la luna es mi hábitat
Y es el reflejo de su olvido…
Así es mi soledad
Porque una vez lo entregué todo
Porque sigo aquí,
No hay marcha atrás
Es soledad… de no estar solo
FALSO HÉROE
Un buen tipo sin duda
Amante unilateral de la luna
Sentimental como pocos
Absurdo, literal y loco
Atrapado en su laberinto
Cómo el falso héroe de un cuento infinito
Decidió un día recuperar
Esa extraña capacidad suya de amar
Dibujaba en su piel esperanza
Añoranza de la mujer ideal
Los requisitos eran sencillos:
Exigencias parecidas a las que hacía de si mismo:
Muestras de amor indudablemente honestas
Necesidad de su ser manifiesta
Como aquella virtud aún guardada
De aquel amor que todavía le acompaña
Su teoría parecía perfecta
En su pasado encontraba la muestra
Alguien como ella debía encontrar
Cubrir su ausencia,
Era su obsesiva verdad
Cada sueño de amor parecía distinto
El dolor no lo parece al principio
En su caída libre alguien le recordó
Que sin buscar se encuentra el amor
Pero que el ciclo no puede empezar
Si no se practica el verbo olvidar
Su constante era el sufrimiento
Entrega desmedida para comprar sentimientos
Al final con las manos vacías
De frustración lloraba y reía
Decía adiós
Con un raro significado
Al decirlo pretendía quedarse,
Para siempre y oculto a un lado
El intento era cotidiano
Las fuerzas del héroe se fueron mermando
Él ya no está
Se ha ido alejando
Una victima más del amor…
Del amor equivocado.
lunes, 14 de mayo de 2007
LA HITLER
El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno
Las correcciones exactas y oportunas al hablar en público, al expresarse, al escribir, al responder. Lilia Olga Varela, ese es su nombre, nos enseñó mucho más que procedimientos, dejo una huella que a la fecha puede comentarse en la oficina de cualquiera de sus ex-alumnos y en las cada vez más nostálgicas reuniones de los universitarios ochentenos y noventeros.
A su clase llegábamos algunos minutos antes, un día uno de esos compañeros que se enteran de todo lo más trivial y por lo mismo lo más importante, nos dijo: hoy es cumpleaños de la maestra, cooperemos cinco pesos y le vamos a comprar unas flores a San Ángel. La respuesta fue inmediata, unánime y en el estricto orden que La Hitler nos había inculcado, desde el A1 hasta el F10, cada uno entregó su aportación. Dos de mis compañeros atendieron el encargo, asumieron el riesgo de que por un retraso la inclemente mentora les impidiera el acceso a la clase.
¿Quién cumple años hoy? Fue el saludo acostumbrado, nadie respondió, no entonamos las Mañanitas, ella, por supuesto se abstuvo de mencionar el propio onomástico. Minutos más tarde llegaron mis compañeros, ella no permitió la entrada, ellos de cualquier modo irrumpieron; nos pusimos de pie, le aplaudimos, una enorme canasta de rosas rojas se depositaron en su escritorio, le cantamos finalmente la canción de los festejos. La Hitler,se sentó y lloró.
Pasado el momento de la sorpresa, se paró al frente, nos miró y nos contó: mi marido murió el año pasado, no tuvimos hijos, él respetó mi apostolado, mi entrega por la docencia. Antes de morir me dijó: “nunca dejes de dar clases y siempre llegarán tus rosas” mis flores favoritas son las rosas rojas, gracias compañeros. El nudo en la garganta fue una condición general, el instante emotivo se sello magistralmente, la clase continuó, el equipo nueve tenía que exponer, el deber es primero, alcanzó a decir.
La Hitler nos inspiró, por lo menos sé de uno, que sigue recibiendo rosas poliformes todos los días.
¡Felicidades! Anónimos héroes eternos.
el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío.
Horace Mann(1796-1859)
Educador estadounidense.
Horace Mann(1796-1859)
Educador estadounidense.
En las vísperas del cuarto semestre en la universidad, se nos indicó cómo debíamos inscribirnos al siguiente ciclo lectivo, la dinámica era apegarse en atención al promedio de calificaciones que cada uno tenía anotado, mas que en la boleta, en la mente y en el ego joven de aquellos ayeres. Un diez de promedio me permitía ciertos lujos y yo los aproveché, cómo de qué no.
Los privilegios son los privilegios, pocos son los elegidos, al menos eso dicen las curiosas playeras propagandísticas de los hoy y siempre Magníficos Perros del Mal. No es por presumir, pero a mi me tocaba hacer lo propio en el primer bloque, en la primera etapa, sólo cinco minutos para ubicarse en el grupo con los mejores maestros, en el mejor horario y al lado de los mejores compañeros, si es que lo mejor existe, ahora lo sé, ahora lo comprendo.
Por los pasillos, durante muchos años se oía la recomendación de los alumnos mayores, de los que antecedían al semestre que iba corriendo. Métete al grupo de la Hitler, es la mejor maestra de la escuela, es bien “perra”, pero si aprendes…
Vaya apelativo: La Hitler…
El primer día de clases nos dio indicaciones poco menos que militares, grupos de cinco alumnos, exposición programada de un tema de acuerdo al plan de estudios vigente; hombres: saco y corbata, mujeres: traje sastre y zapatillas; sólo uno pasaba al frente a dar la explicación del tema, ella determinaba quien, por lo mismo todos debíamos dominar el tema.
Por aquello del orden, su orden, ubicó a cada alumno en un pupitre determinado, el salón de clases comprendía seis filas de diez asientos. Nomenclatura exacta, de la fila A a la F, del asiento uno al diez. Las coordenadas era el número de lista. A mi me tocó el B5, segunda fila, quinta banca. No sé cómo, pero siempre ahorrábamos tiempo, el rigor era cosa de todos los días, no por nada era la materia de Procedimientos.
¿Quién cumple años hoy? Era la primera pregunta en cada sesión, no faltaba la festiva coincidencia, aún no entiendo la razón, pero al instante nos ponía en coro a cantar Las Mañanitas, cual cántico castrense. La disciplina alcanzaba matices extremos, revisiones sorpresa en el aseo personal, de la vestimenta y del calzado.
Los privilegios son los privilegios, pocos son los elegidos, al menos eso dicen las curiosas playeras propagandísticas de los hoy y siempre Magníficos Perros del Mal. No es por presumir, pero a mi me tocaba hacer lo propio en el primer bloque, en la primera etapa, sólo cinco minutos para ubicarse en el grupo con los mejores maestros, en el mejor horario y al lado de los mejores compañeros, si es que lo mejor existe, ahora lo sé, ahora lo comprendo.
Por los pasillos, durante muchos años se oía la recomendación de los alumnos mayores, de los que antecedían al semestre que iba corriendo. Métete al grupo de la Hitler, es la mejor maestra de la escuela, es bien “perra”, pero si aprendes…
Vaya apelativo: La Hitler…
El primer día de clases nos dio indicaciones poco menos que militares, grupos de cinco alumnos, exposición programada de un tema de acuerdo al plan de estudios vigente; hombres: saco y corbata, mujeres: traje sastre y zapatillas; sólo uno pasaba al frente a dar la explicación del tema, ella determinaba quien, por lo mismo todos debíamos dominar el tema.
Por aquello del orden, su orden, ubicó a cada alumno en un pupitre determinado, el salón de clases comprendía seis filas de diez asientos. Nomenclatura exacta, de la fila A a la F, del asiento uno al diez. Las coordenadas era el número de lista. A mi me tocó el B5, segunda fila, quinta banca. No sé cómo, pero siempre ahorrábamos tiempo, el rigor era cosa de todos los días, no por nada era la materia de Procedimientos.
¿Quién cumple años hoy? Era la primera pregunta en cada sesión, no faltaba la festiva coincidencia, aún no entiendo la razón, pero al instante nos ponía en coro a cantar Las Mañanitas, cual cántico castrense. La disciplina alcanzaba matices extremos, revisiones sorpresa en el aseo personal, de la vestimenta y del calzado.
Las correcciones exactas y oportunas al hablar en público, al expresarse, al escribir, al responder. Lilia Olga Varela, ese es su nombre, nos enseñó mucho más que procedimientos, dejo una huella que a la fecha puede comentarse en la oficina de cualquiera de sus ex-alumnos y en las cada vez más nostálgicas reuniones de los universitarios ochentenos y noventeros.
A su clase llegábamos algunos minutos antes, un día uno de esos compañeros que se enteran de todo lo más trivial y por lo mismo lo más importante, nos dijo: hoy es cumpleaños de la maestra, cooperemos cinco pesos y le vamos a comprar unas flores a San Ángel. La respuesta fue inmediata, unánime y en el estricto orden que La Hitler nos había inculcado, desde el A1 hasta el F10, cada uno entregó su aportación. Dos de mis compañeros atendieron el encargo, asumieron el riesgo de que por un retraso la inclemente mentora les impidiera el acceso a la clase.
¿Quién cumple años hoy? Fue el saludo acostumbrado, nadie respondió, no entonamos las Mañanitas, ella, por supuesto se abstuvo de mencionar el propio onomástico. Minutos más tarde llegaron mis compañeros, ella no permitió la entrada, ellos de cualquier modo irrumpieron; nos pusimos de pie, le aplaudimos, una enorme canasta de rosas rojas se depositaron en su escritorio, le cantamos finalmente la canción de los festejos. La Hitler,se sentó y lloró.
Pasado el momento de la sorpresa, se paró al frente, nos miró y nos contó: mi marido murió el año pasado, no tuvimos hijos, él respetó mi apostolado, mi entrega por la docencia. Antes de morir me dijó: “nunca dejes de dar clases y siempre llegarán tus rosas” mis flores favoritas son las rosas rojas, gracias compañeros. El nudo en la garganta fue una condición general, el instante emotivo se sello magistralmente, la clase continuó, el equipo nueve tenía que exponer, el deber es primero, alcanzó a decir.
La Hitler nos inspiró, por lo menos sé de uno, que sigue recibiendo rosas poliformes todos los días.
¡Felicidades! Anónimos héroes eternos.
HEROES ETERNOS
¡Detente!
¡No!
No es así
Cuida tu aspecto
Piensa lo que tengas que decir
¡Que ya no hables!
¡Que pongas atención!
Todo es por tu bien
Compórtate por favor
Guarda los libros
¿Llevas ya tu asignación?
Cuidado con relajarte
Habrá pronto evaluación
El futuro no es un juego
Y si lo es…
Lo vas a perder sin estudiar
Lo descubrirás con el tiempo
Cuando éste ya no pueda regresar
Palabras más, palabras menos
Los recuerdo en su justa dimensión
Alguien puso en sus manos
La difícil tarea de mi educación
La maestra Juanita en la primaria
Soltera a los cuarenta y cinco
Dedicada en cuerpo y alma
A hacer de mi otra clase de chico
Llamábamos Osa con cariño
A la maestra Carmen y su actuar estricto
Quería un Nobel de Química
En mi, su alumno favorito
Pero ahora que lo recuerdo
No había por que hacer distinción
Nunca fui un alumno modelo
La hice rabiar más de una ocasión
O quizá ella como siempre
Al final tendría razón
Fui su consentido ese semestre
Por mi necesidad de atención
Llegue a ser universitario,
En gran medida por sus consejos
Delinearon mi proyecto de vida
Se convirtieron en mi referente obligado del tiempo
El maestro Eduardo en la Facultad
¡Cuanta excelencia en un solo hombre!
¡Cuantas ganas de cambiar!
Lo que hago ahora, lo hago en su nombre
De no haber sido un docente
Hubiera sido un empresario
Tenía sabiduría como poca gente
Quizá por ello no fue mercenario
Escogió vivir sencillo
Dejo de lado los lujos falsos
Él formaba muy a su estilo
A mujeres y hombres…
¡Cada vez más necesarios!
Mi amigo Alfredo y sus exactas guías
El detonador de mi particular talento
Cada palabra que me decía
Convertía mis fracasos en nuevos intentos
Ahora que soy maestro lo entiendo todo
Mi entrega es sin medida
Soltero, con años que no son pocos
Tengo ya una colección de apodos
Me alimentan los porqués
Disfruto decir los cómos
Y los charolastras cómplices locos
Mis mejores amigos sin duda
Ellos también son maestros
Con ellos comparto mis lunas
Seremos siempre la nada y el todo
Seremos para muchos un recuerdo
Estoy seguro, sin embargo, que somos
Anónimos héroes eternos
domingo, 13 de mayo de 2007
PEREGRINO
Le vendría bien al incansable peregrino
Una guía, un porqué
Un nuevo mapa del camino
Le convendría descansar
Resguardar su corazón bajo un cobijo distinto
Dejar de lado la sinrazón
Entender que a veces...
Hasta el sol viaja en contrasentido
Contar una a una
Las intrusas gotas de lluvia
Contemplar con respeto las estrellas
Esas que se apagan en cada ciclo de la luna
Comprender que el tiempo se va
Qué la vida es sólo un momento
No añorar lo que nunca habrá
Ni desistir ante el fallido intento
Amar con el temple de un gran Maestro
Olvidar y aprender
Que el tiempo es quien filtra los recuerdos
¡Pero siempre volar y volar!
Es la profecía, el mandado divino
Hay tanto aún por andar
¡Ve adelante!
Amante necio, peregrino.
MEDIA LUNA
Pídeme lo imposible
Subraya la perfección
Exige que te sorprenda
Espera de mí mucho más que amor
Nunca dejes de ser libre
No cedas la brújula ni el timón
Vuela tan alto como sea posible
Vive y muere por convicción
Defiende y cuestiona tu verdad
Abre y cierra nuevas puertas
Predica tu realidad
Llega hasta donde tu espíritu llega
No olvides lo que antes eras
Lo que eres y serás
Lo bueno y malo que hay en tu esencia
Valora la luz tanto como la oscuridad
Resiste y persiste por naturaleza
Busca estar a solas y no en soledad
Eres mi estrella, mi fortaleza
Un para siempre, el complemento
De mi luna por todo el tiempo
Sencillamente la otra mitad.
Subraya la perfección
Exige que te sorprenda
Espera de mí mucho más que amor
Nunca dejes de ser libre
No cedas la brújula ni el timón
Vuela tan alto como sea posible
Vive y muere por convicción
Defiende y cuestiona tu verdad
Abre y cierra nuevas puertas
Predica tu realidad
Llega hasta donde tu espíritu llega
No olvides lo que antes eras
Lo que eres y serás
Lo bueno y malo que hay en tu esencia
Valora la luz tanto como la oscuridad
Resiste y persiste por naturaleza
Busca estar a solas y no en soledad
Eres mi estrella, mi fortaleza
Un para siempre, el complemento
De mi luna por todo el tiempo
Sencillamente la otra mitad.
jueves, 10 de mayo de 2007
CON SENTIDO Y SIN DESTINO
Jamás ha habido un niño tan adorable
que la madre no quiera poner a dormir.
Ralph Waldo Emerson (1803-1882)
Poeta y pensador estadounidense.
Tendremos el destino que no hayamos merecido.
Albert Einstein (1879-1955)
Científico estadounidense de origen alemán.
Esa tarde un meditabundo Alejandro caminaba, entre muchos individuos, seres cuyos pasos los llevaban a todas y a ninguna parte, los ocasionales escoltas se engañaban pensando que iban en grupo, ir de la mano no es juntura, como decía su viejo maestro de redacción.
El objetivo del paseo era comprar un obsequio ejemplar, Feliz día a todas las madrecitas decía un letrero cada tres locales comerciales. Zapatos no, nunca le quedan, ropa tampoco, nunca le gusta, flores si, pero a mi no me gustan, era la letanía de cada año.
Sofía, su amiga, le dijo alguna vez: a las mamás no nos importa el regalo sino ver a nuestros hijos bien. Vaya eufemismo… a Alejandro le conmovió la frase, y la compró al instante, sin embargo tuvo que deshacerse de ella cuando un año más tarde la misma Sofía le dijo melancólica: me regalaron una vajilla y no es el día de la cocina.
Los sólidos argumentos y los repetitivos antecedentes siempre obligaban a Alejandro a las compras de última hora, después de muchas vueltas en los centros comerciales el botín resultaba parecido al del año anterior: un par de zapatos cómodos, un suéter en color sobrio y un ramo de flores de invernadero.
Su viejita invariablemente decía: no hubieras gastado, y al instante sentenciaba: mmm, no me van a quedar los zapatos; qué bonito suéter pero… ¿no había de otro color? La emoción venía con las flores, con el acomodo en el mejor florero de la casa, como el ornamento ideal al centro de la mesa. Lo mejor: el fuerte abrazo con el que madre e hijo sellaban el momento de los obsequios. Sofía tenía algo de razón, las mamás no encuentran mucho en los obsequios como en la presencia de sus hijos, sencillamente lo recordó.
Años atrás, en uno de esos días de compras Alejandro adquirió para Sofía una figura en vidrio cortado. Es un Ángel, se llama Jofiel, le dijo la dependienta, es su Ángel de la guarda, por eso usted lo tomó de la vitrina, aunque no lo crea, él primero lo eligió a usted. Con el escepticismo que lo caracterizaba en ese entonces, Alejandro sonrió levemente, pagó, tomó el obsequio y se fue, ¡patrañas! Espero que a Sofía le guste, sólo eso.
El detalle no estaba completo, Alejandro escribió una nota y tuvo cuidado en esconderla muy bien al fondo de la figura: Si algún día lees este mensaje, nuestra historia aún será posible. Esa tarde entregó el presente a Sofía, siempre le había tenido un amor profundo, no obstante que años atrás su relación amorosa fue tan impetuosa como fugaz.
Hoy, Alejandro y Sofía viven en ciudades distintas, el amor perduro, ambos darían todo por encontrar una razón para el reencuentro, un pretexto para llamarse. La mamá del primero sigue recibiendo zapatos medio número más grandes, suéteres de colores incompatibles y bellas flores que enmarcan el abrazo de todos los días, de todos los años.
Alejandro sigue visitando el expendio de Ángeles, ahora los conoce a todos, por nombre, por características, por día de la semana. Mezcla Auras con Arcoiris, y se ha hecho amigo de la señorita expendedora del esoterismo.
Sofía, sigue recibiendo regalos poco adecuados, hoy no trabajó, le otorgaron el día como una prestación laboral y un reconocimiento de ocasión. Acudirá al festival donde su hija pre-adolescente recitará un poema. La soledad no se acumula, sólo se dispersa.
Por una licencia traviesa, su hija agregará una línea final al poema del Día de las Madres; la frase le gustó, la encontró está mañana cuando por accidente tiró el Ángel favorito de mamá.
Si algún día lees este mensaje…
…
Buen fin de semana
JNMH
martes, 8 de mayo de 2007
LUNAS PROHIBIDAS
Algunos ven aquí sólo letras
Grafias...
Grafias...
Sintaxis del sin sentido
Yo quisiera que cuando ella lea
Descifre el nuevo ritmo de mis latidos
El predicado aquí está escrito
El eco de su misterio y su belleza
Un eclipse, un sol escondido
Una nueva luna que se asume eterna
Dibujo líneas que son de ella
Así toman forma mis suspiros
Los detalles finos de su silueta
Son causa, pretextos, motivos
Es ella, juro que es ella
Quien evita que yo sea el mismo
El de amores sin recompensa
El amante del egoísmo
Una estrella asesina de ausencias
Sus atajos son seguros caminos
Hay miradas que derivan leyendas
Como amores por miedo escondidos
Sólo pido que ella se detenga
Que durante un minuto olvide el olvido
Que a mi vida la vida devuelva
Que me mire
Que me ame
Aunque para muchos
Este amor se antoje prohibido
Yo quisiera que cuando ella lea
Descifre el nuevo ritmo de mis latidos
El predicado aquí está escrito
El eco de su misterio y su belleza
Un eclipse, un sol escondido
Una nueva luna que se asume eterna
Dibujo líneas que son de ella
Así toman forma mis suspiros
Los detalles finos de su silueta
Son causa, pretextos, motivos
Es ella, juro que es ella
Quien evita que yo sea el mismo
El de amores sin recompensa
El amante del egoísmo
Una estrella asesina de ausencias
Sus atajos son seguros caminos
Hay miradas que derivan leyendas
Como amores por miedo escondidos
Sólo pido que ella se detenga
Que durante un minuto olvide el olvido
Que a mi vida la vida devuelva
Que me mire
Que me ame
Aunque para muchos
Este amor se antoje prohibido
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